jueves, 25 de septiembre de 2008

2 comentarios:

Franziska dijo...

Sí, esencialmente estoy de acuerdo. Creo que ha sido siempre una forma de entender la vida. Sin embargo, ahora, cuando el final se anuncia -aunque yo sigo trabajando con entusiasmo- no puedo evitar que los fantasmas del pasado vuelvan a repicar en mis ventanas, dejando tras de su ácido aliento los antiguos recuerdos.

Gracias. Un abrazo.

Zulm@ dijo...

Franzisca; que poeta que estás. El final tampoco está tan cerca, mi padre vivió hasta los noventa y tres años y toda la familia paterna son longevos, mi abuela ciento cinco esperemos vivir unos años mas, todavía tengo cosas que hacer en la tierra.
Un abrazo :)