lunes, 14 de junio de 2010

PERDONARSE A SI MISMO.



Autores de su amargura

Todos sabemos que, muchas veces, perdonar es difícil. Pero quizá para algunos sea especialmente difícil perdonarse a uno mismo. Y están tristes porque no se perdonan sus propios fracasos, porque alimentan sus errores dándoles vueltas en su memoria, porque parece que se empeñan en mantener abiertas sus propias heridas. Son como cadenas que se ponen a sí mismos, cárceles en las que se encierran voluntariamente.

A lo mejor están tristes y sienten dentro del corazón como una especie de lanzada que les amarga la existencia, porque cargan con una responsabilidad que no les corresponde, por un fracaso que no es suyo, al menos en su totalidad.

Y no se rectifica casi siempre por orgullo

Sucede a veces, por ejemplo, con la educación de los hijos. Unas veces se falla porque se hace mal, otras porque hay circunstancias ajenas que lo estropean sin culpa de los padres, y otras simplemente porque los hijos son libres. En cualquier caso, la solución nunca es dejarse consumir por la tristeza, sino rectificar en lo posible el rumbo, procurar aprender, intentar recuperar el terreno que se haya perdido, mirar al futuro con esperanza.

La falta de perdón para uno mismo suele generar tristeza, y una y otra tienen su origen en el orgullo. Y así como el orgullo del que es simplemente vanidoso, o de quien está pagado de sí mismo, es el más corriente y menos peligroso; en cambio, pasarse la vida dando vueltas a los propios errores suele ser señal de un orgullo más refinado y destructivo.

Un punto medio

Es preciso aprender a aceptarse serenamente a uno mismo. Aceptarse, que nada tiene que ver con una claudicación en la inevitable lucha que siempre acompaña a toda vida bien planteada, sino que es encontrar un sensato equilibrio entre exigirse y comprenderse a uno mismo.

Conociéndose un poco es fácil saber cómo hacer frente a esos desánimos que acompañan a los propios errores y fracasos. Son instantes de hundimiento y de desazón, bajones de ánimo que pretenden ganarnos la partida de la vida.

El valor de ser objetivos

Conviene pararse a pensar en las razones que los producen. A veces nos avergonzará ver cómo pueden desanimarnos contratiempos tan tontos; cómo cosas de tan poca importancia pueden hacernos pasar de la euforia al abatimiento, o viceversa, de forma tan rápida. Para superarlos, conviene hacer un esfuerzo de reflexión, un serio intento para ser objetivo, para ver cómo alejar esas sombras de pesimismo que asaltan inadvertidamente a todos y que tantas veces no dejan ver la cara soleada de la vida.

Alfonso Aguiló

8 comentarios:

María dijo...

Cada uno solemos ser muy duros y juzgadores con nosotros mismos, y es que, a veces, los errores que cometemos, nos cuesta perdonarnos a nosotros mismos, porque queremos hacer todo bien, y es imposible, no somos perfectos.

Excelente post.

Saludos.

Julieta dijo...

No hay una escuela para padres, nadie no enseña cómo serlo y cometemos errores pero siempre con amor..A veces podemos actuar erróneamente pero siempre pensando en el bien de ellos..Pero ellos tienen que saber entender y perdonar, quizá cuando tengan sus hijos grandes y tengan problemas a su vez, se acordarán de sus padres y dirán los viejos tenían razón ,pero ya será tarde..
Un beso

Zulm@ dijo...

Maria; gracias por tu visita.
Hay quienes se creen perfectos y piensan que no cometen errores y por eso juzgan y no perdonan.
Todos cometemos errores, por inexperiencia en la vida o porque creemos en esos momentos tener la verdad.
Yo duermo tranquila todos los días,si cometí algún error no fue a conciencia, fue pensando que estaba en lo cierto.
Me considero una buena persona y no me interesa que alguien me juzgue, si lo hace es porque no me conoce y en ese caso tampoco me interesa.
El que esté libre de culpa que tire la primera piedra.
Un abrazo !

Zulm@ dijo...

Julieta; tus palabras son las mias, siempre digo eso, el tiempo se encarga de todo.
Lo que nosotros le hicimos a nuestros padres ,nuestros hijos nos hacen a nosotros y sus hijos les harán lo mismo o serán peores porque la vida cada vez es mas difícil.
Los jovenes son mas rebeldes,hay mucho mas drogas, veo en las grandes ciudades la vida que hacen los jovenes que salen y no saben esos padres si sus hijos regresan vivos.
Todo vuelve.
Un abrazo amiga y que pases un lindo domingo !!!

tia elsa dijo...

Realmente para reflexionar y darnos cuenta de que solemos caer en ese error. Besos tía Elsa.

Pdta: preciosa tu nieta mayor.

Zulm@ dijo...

tia Elsa ; Buen lunes para ti!
Todas son preciosas mis nietas pero esta ya adolescente es preciosa y muy buena chica, dulce y cariñosa.
Besos :)

ALMA dijo...

Que fácil sería si aprendiéramos todo en un libro, peero vivir y ser padres y ser buenas personas es un aprendiszaje constantee y del dia a dia. Es un camino sumamente dificil, de constancia y de amor

Besotes

RosaMaría dijo...

Antes del perdón yo creo que viene la humildad para hacer un mea culpa. Verdadero y profundo el post.Saludos.