El
niño miraba al
abuelo escribir una
carta. En un momento dado, le preguntó:
–¿Estás escribiendo una
historia que nos pasó a los dos? ¿Es, quizá, una historia sobre mí?
El abuelo dejó de escribir, sonrió y dijo al
nieto:
–Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las
palabras es el
lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas.
El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada de
especial.
–¡Pero si es igual a todos los lápices que he visto en mi
vida!
–Todo depende del
modo en que mires las cosas. Hay en él cinco
cualidades que, si consigues mantenerlas, harán de ti una persona por siempre en
paz con el
mundo. Primera
cualidad: puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que
guía tus pasos.
A esta mano nosotros la llamamos
Dios, y Él siempre te conducirá en dirección a su
voluntad.
Segunda: de vez en cuando necesito dejar de escribir y usar el
sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final está más
afilado.
Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos
dolores, porque te harán mejor persona.
Tercera: el lápiz siempre permite que usemos una
goma para borrar aquello que está mal.
Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el
camino de la
justicia.
Cuarta: lo que realmente importa en el lápiz no es la
madera ni su forma exterior, sino el
grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu
interior.
Finalmente, la quinta cualidad del lápiz: siempre deja una
marca.
Moraleja : De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida dejará
trazos, e intenta ser consciente de cada
acción.
1 comentario:
me encantó el mensaje.. ;)
bsos..
tqm
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